viernes, 26 de junio de 2020

Qué fue del Letraset ?



El negocio del Letraset 
o letras transferibles
fue fundado en Londres en 1959.
Sus primeros productos fueron
Letraset type y Letraset instant lettering.
En principio era un proceso en húmedo.
La figura boca abajo en un marco de serigrafía.
  Hacia 1961el proceso  comenzó a hacerse en seco
apareciendo transferibles 
para juegos de niños como 
"Action transfers"
y los Kalkitos.
(Láminas con fondos sobre las que 
se transferían figuras, animales y signos)


Kalkitos
 





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Crearon variedades tipográficas
 y modernas de distintos tamaños 
asequibles para aficionados,
diseñadores, artistas y arquitectos.

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Proyecto98  www.rosaprat.es

De pronto la gente tenía 
la posibilidad de autoeditarse
y usarlos en anuncios publicitarios o prospectos.
Utilizado también en presa con 
las plantillas del "Lorem ipsum"
Un texto simulado,  en un latín digamos tuneado,
para componer las columnas de texto de revistas.
Además de letras existía toda una gama de texturas
y colores para fondos y efectos.
Ya a principios de los 90 con la aparición de los primeros ordenadores
el sistema del bruñidor, el papel couché
las hojas llenas de letras fueron extinguiéndose.
Comenzaron a lanzar paquetes de software,
Image studio, y otros al incipiente mercado digital.

 





Cartel tipográfico. www.rosaprat.es. 89




Mi mundo lleno de letras.
A finales de los años ochenta un mundo nuevo se abría ante mí.
Estudiando diseño gráfico cientos de familias tipográficas
se asomaron ante mis curiosos ojos, nunca me había fijado hasta entonces 
aunque vivíamos rodeados de carteles anuncios, periódicos. 
Desconociendo que cada una de ellas pertenecía a una familia de tipos
romano, de palo, egipcias, modernas, negritas, cursivas...
Jugaba a adivinar por las calles de Barcelona qué tipos de letra veía. 
Al principio, fotocopiábamos las letras de un catálogo de “Mecanorma” 
y luego las ampliábamos para que encajase en el diseño.
Las hojas de transferibles eran caras y si acaso,
las usábamos sólo para el arte final.
Poco a poco las letras empezaron a hablar, por su forma transmitían cosas.
Años después, ya trabajando en prensa, las hojas de letraset 
dormían guardas en distintos cajones muchas de ellas sin aes, ni emes, ni puntos.
Pobre de tí si en los cierres de última hora había que cambiar un titular...
Siempre alguna letra que faltaba y la tienda cerrada.
Así que había que agudizar el ingenio y 
sacarse una eme con dos uves o así. 
La manera de componer cada palabra variaba
según cada revista y sus criterios. 
Conocí a verdaderos expertos, incluso terminábamos
haciendo composiciones con los puntos y los símbolos. 
Yo pedía poder llevarme las hojas que quedaban para tirar
y las guardaba en una caja bajo llave como un tesoro.
Luego  en los 90 llegaría el ordenador, y claro, el Mac.
En especial  la aparición del Illustrator; 
Ya se podían ensanchar, adelgazar... 
Contaba con muchas fuentes tipográficas.
Pero el Letraset fue poco a poco desapareciendo. 
Hace un tiempo un amigo y diseñador, Carlos.
Me regaló una carpeta llena de hojas de Letraset y tramas
que añadí a mi colección casi extinta. 
Fue entonces cuando empecé a retomarlas y añadirlas a los collages 
incluso en ilustraciones que luego convertía en digitales.
Volver a mis principios pero sin reglas 
ni espaciados correctos.
Solo a disposición de mi imaginación .  .  .


Texto: www.rosaprat.es










Collages realizados para el proyecto colaborativo de : Laspalabrascortadas.




Al final las artes, las letras y las palabras nos comunican.